He descubierto, entre tantas otras cosas, una terapia alternativa gratis!! cosechar frambuesas.
Dicha actividad requiere de gran
tranquilidad y paciencia y se puede llevar a cabo en todos los caminos que conducen a las montañas. A medida que uno va subiendo el fruto es de mejor calidad,
probablemente por la temperatura y las constantes lluvias que hay en este hermoso microclima, pero además crece naturalmente, es por ello que hay
muchísimas al igual que la Rosa Mosqueta.
Hay que seleccionarlas una a una ya que en el mismo "
racimo" algunas no
están maduras, pero hay que hacerlo de manera muy delicada ya que tienen
espinitas muy pequeñas sobre el tallo.
Imagínense! en las alturas, a un lado el
Piltriquitron, en el medio el camino y al otro costado la cordillera chilena, sumado el silencio
increíble y al
solcito que da mucha
calidez... realmente
terapéutico.
Nuestra primer saliditaEl quinto día de residencia en El Bolsón nos brindó un nuevo sol radiante con lo cual se nos agitaron las hormonas que nos llevaron de paseo, el primero por montañas desde que pisamos este hermoso lugar. En el camino, encontramos imágenes como las que les mostramos, que paso a paso nos dejaban anonadados por su belleza. Luego de algunos cientos de metros de subida plena, de lenguas afuera y varios tragos de agua, llegamos a la primera bifurcación de caminos, una de las cuales nos ofrecía ir hasta el camping del río Azúl y otra a la tan nombrada Cabeza del Indio... adivinen a dónde fuimos.
En el trayecto hacia la Cabeza del Indio nos cruzamos con otros caminantes y turistas que no dejaban de mostrar su cortesia, algo más de lo lindo que se respira en paraísos como este. por su parte, el paisaje, generoso, nos seguía brindando sus atributos. Frutos de Frambuesas y Rosa Mosqueta a la vera del camino no nos daban opción, había que parar a probarlas y por qué no a juntar algunas para tener en la heladera y poder mezclarlas en el helado de Americana... a morir!!!
Luego de varias paradas, finalmente arribamos a destino. Un cartel nos indicaba una caminata de una hora a La Cascada Escondida pero claro está, esa no fue nuestra decisión, preferimos dejarlo para cuando llegue la visita y lleguemos hasta allí en auto je!. En cambio hicimos un corto recorrido de 10 minutos hasta el "mentón del Indio" y emprendimos el regreso a través dl bosque, con incognitas acerca de la orientación, pero con certeza de destino seguro.
Luego de tres horas de caminata, de cuerpos cansados pero de corazones contentos arribamos a la cabañita que nos hospeda con más hemoglobina en sangre.